■ Algo conté en mi post "testimonio". Pero ahora quiero compartir con más detalle el día de mi liberación.
Al escribir éstas líneas y recordar aquellos momentos que he vivido con Él, alimenta y nutre mi fe, y recordar lo que hizo, me lleva a esa convicción y certeza de que lo puede volver hacer.
■ Habían pasado alrededor de tres meses desde que me había entregado por completo a Jesús, y de toda esas experiencias de manifestaciones demoniacas que se daban en casi todas las reuniones. Yo en ese entonces vivía con mi hermana (hacia poco que me había mudado). Entonces mi hermana me dice que la Pastora quería que vaya el domingo a la mañana que había oración y ayuno que iba a orar por mi.
Ese domingo yo me levanté re contento (viviendo el primer amor) y me fui. Era la primera vez que iba, pero yo solamente me dejaba guiar. Casi todas mujeres eran las que estaban, mujeres de intercesión acompañadas de dos varones.
■ Hicieron un círculo tomados de la mano, yo me uní al círculo y empezaron a orar, una por una.
Y de repente amados perdí el control de cuerpo (posesión demoníaca), recuerdo que mi cabeza se movía mirando a cada una de las personas que estaban ahí, y podía sentir las ganas de matarlos a todos, como si fuera un instinto asesino, pero no me podía mover (estaba atado e inmóvil).
Una de las intercesoras Antonia su nombre, una mujer mayor pero tremenda guerrera e intercesora, se me para enfrente orando en lenguas, luego quien hoy es mi madre espiritual imponiendome las manos comienza orarme, había arrancado la confrontación.
■ No se cuanto tiempo estuvo orando mi madre (había perdido la noción del tiempo) pero recuerdo que llegó un momento en donde los dos hombres que estaban ahí me agarraron cada uno de un brazo y me sostuvieron fuerte, y de repente comencé a moverme de abajo para arriba, una y otra vez, hasta que en un momento yendo para arriba hago un grito fuerte y siento como algo se desprendía de mi, que cuando salió, salió con tanta violencia que yo vuelo para atrás y quedé tirado en el piso como muerto.
■ Fue mucho poder de Dios manifestado y a la vez fue mucho el alivio y la paz que sentí en mi interior. 😀. DIOS AÚN SIGUE LIBERANDO VIDAS
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