■ No es lo mismo hablar desde la teoría, que desde la vivencia, aunque las palabras salgan por la misma boca.
Desde la teoría, cualquier persona puede hablar de lo quiera, cuando quiera y con quien quiera.
Pero desde la vivencia, solo aquel que realmente fue marcado y grabado por un hecho trascendental puede hacerlo.
■ ¿Cuáles palabras usted cree que realmente tengan peso?
■ En lo personal, muchas veces he hablado de cosas que no entendía, aunque creía entenderlas, creía conocerlas.
Hasta que me di cuenta, que me dejaba llevar mucho de oida.
Repetía lo que otros hablaban.
■ Hasta que un día, me sentí mal conmigo mismo. (ME MIRÉ AL ESPEJO).
Predico desde hace casi 8 años, y no siempre prediqué desde la vivencia, muchas veces lo he hecho desde la teoría.
■ Hubo un tiempo en donde leía mucho, pero mucho. Y estudiaba muchísimo de muchas cosas, me encantaba leer y estudiar. Literalmente mi cabeza estaba llenísima de mucha información.
He visto acerca de homilética, hermenéutica, a cerca de palabras hebreas, arameas y griegas. He leído mucho acerca de historia. He escuchado un sin fin de predicadores. Me he mirado un sin fin de documentales. Etc, etc.
¿Está mal hacer todo esto? No. Solo cuento mi propia vivencia.
■ Hasta que un día, me pasó lo siguiente. De tanta información que tenía en mi cabeza, mi mente se saturó. No se si a alguien le pasó, pero mi mente literalmente parecía que iba a explotar. Si o si tuve que parar.
■ Cuando pase por un momento muy duro en mi vida personal hace años, les confieso, NADA de toda esa información que tenía me ayudó.
■ En fin, hoy en día intento hablar y predicar lo que vivo, porque sé que esas palabras que salen de mi boca tendrán peso. Y esas vivencias NADA ni NADIE te lo puede robar, porque quedarán marcadas en tu inferior para siempre.
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